La bursitis y tendinitis son procesos inflamatorios caracterizados por la aparición de dolor en las zonas que rodean las articulaciones o que unen estas con otras partes del sistema musculoesquelético.
BURSITIS
Entre las causas conocidas de bursitis se incluyen las infecciones, los traumatismos y las inflamaciones de tipo reumático, como la gota, que es una inflamación producida por el aumento del ácido úrico. Al igual que en las tendinitis, las personas que practican ejercicio físico intenso y repetitivo tienen más riesgo de sufrir bursitis. En algunos casos de tendinitis y bursitis no es posible establecer la causa.
TENDINITIS
La mayoría de los casos de tendinitis se origina por una utilización excesiva y reiterada del tendón. Los deportistas y los trabajadores que desarrollan un esfuerzo físico intenso tienen predisposición a padecer tendinitis en las partes del cuerpo con mayor frecuencia.
El dolor es desencadenado por el movimiento es el síntoma principal de estas dos afecciones. Su localización depende da la bolsa sinovial (en el caso de la bursitis) o del tendón (en el caso de la tendinitis) afectados. Otros síntomas y signos que en ocasiones aparecen son enrojecimiento y aumento de la temperatura de la piel en la zona afectada. Este hallazgo es tanto más frecuente cuanto más cerca de la piel se encuentren la bolsa sinovial o el tendón inflamados. La presión sobre la zona afectada también produce dolor. En las bursitis se aprecia hinchazón de la piel que cubre la articulación.
MECIDINA ORTODOXA
DIAGNOSTICO
Debido a la proximidad de las bolsas sinoviales, y a la similitud de los signos y síntomas que producen, en ocasiones resulta difícil diferenciar si se trata de una bursitis o de una tendinitis.
En el caso de la bursitis puede ser necesario puncionar la bolsa sinovial y extraer el liquido que contiene para analizarlo en el laboratorio. Esto ayudará en los casos dudosos a esclarecer la causa quela ha provocado.
las bursitis y las tendinitis deben diferenciarse de otros procesos inflamatorios o traumáticos de las articulaciones, los músculos, los huesos, y los ligamentos. Para ello hay que realizar exploraciones mediante radiografía, ecografía, resonancia magnética o análisis de sangre.
TRATAMIENTO
Para reducir la inflamación se pueden utilizar medios físicos, como el frio. La aplicación de hielo sobre la zona afectada alivia de forma rápida el dolor y la inflamación. El hielo no debe estar en contacto directo con la piel, ya que esta podría dañarse por el frio excesivo. Por lo tanto, el hielo se debe aplicar envuelto en un paño de tela o en una hoja de plástico. En ocasiones resulta más cómodo aplicar en la zona afectada una bolsa de guisantes congelados en lugar de cubitos de hielo ya que los guisantes se adaptan mejor a las curvas del cuerpo.
Para reducir la inflamación se utilizan también medicamentos antiinflamatorios, pero estos fármacos deben ser prescritos por el medico, puesto que, aunque son muy eficaces, también presentan efectos adversos importantes, como las hemorragias digestivas.
En las bursitis producidas por gota, el tratamiento consiste en disminuir los noveles de acido úrico en la sangre. En las bursitis de causa infecciosa, el tratamiento se basa en la administración de antibióticos. Estas medidas deben acompañarse de reposo y de tratamiento antiinflamatorio.
El tratamiento quirúrgico se reserva para los casos de bursitis crónica. Una vez solucionado el dolor agudo, la realización de ejercicios de rehabilitación acelera el proceso de curación.
PREVENCION
MEDICINA ALTERNATIVA
TERAPIAS NUTRICIONALES
TERAPIAS CON PLANTAS
Fitoterapia: La corteza del sauce (Salix alba), la sumidad florida de la ulmaria (Filipéndula ulmaria), y las raíces del harpagofito (Harpagophytum procumbens), administradas por vía interna en tisanas o capsulas, o localmente mediante cremas, inhiben la formación de sustancias inflamatorias.
El efecto antiinflamatorio de las plantas se refuerza con la aplicación de pomadas preparadas con flores de árnica (Árnica montana) y hojas de gaulteria (Gaultheria procumbens). Para eliminar el liquido acumulado en la bursitis, se escogen plantas que estimulan el drenaje, como los tallos estériles de la cola de caballo (Equisetum arvense) y la raíz del diente de león (taraxacum officinale).
Para mejorar la circulación, se administran tisanas o cápsulas de hojas de ginkgo (Ginkgo biloba).
Aromaterapia: Los aceites esenciales de romero (Rosmarinus officialis), geranio (Pelargonium adoratissimum) y cayeput (Melaleuca), añadidos al aceite del masaje y aplicados en forma de fricciones suaves, alivian la inflamación.
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